Etiopía Guji Hambela

Una gran diversidad genética y condiciones de crecimiento favorables hacen de Etiopía el lugar ideal para el cultivo de algunos de los mejores cafés del mundo. Etiopía produce el 90% de su café mediante pequeños productores, donde el 45% de esta producción se conoce como café jardín. El 45% restante se conoce como semi-bosque, aquí los agricultores poseen tierras justo debajo del dosel del bosque, y podan y seleccionan los arboles para garantizar las zonas de sol y sombra adecuadas para los cafetos. La variedad botánica que se cultiva es HEIRLOOM. Este café proviene de Guji, situado en el sur de la región de Oromía, cerca de la frontera con Kenia. Los suelos volcánicos, en esta zona situada a una altitud de 1.800-1.900 m.s.n.m., son ricos en los minerales que necesita la exigente planta de arábica. Las cerezas de café se dejan madurar en los arboles, son recolectadas por los pequeños productores de manera manual y las llevan a la estación de lavado donde se despulpan y se dejan fermentar durante 72 horas en tanques de agua. Cuando ya esta fermentado se deja en remojo 3 horas para acabar secándose en camas africanas. Al frente de Moplaco está Heleanna Georgalis desde el 2008. Heleanna está inmersa en la tercera ola del café preocupándose en primera persona por la calidad del café que exporta. Continuando con el legado de su padre, Heleanna afirma sentir pasión por este mundo donde ella misma puede experimentar en procesos y divertirse comprobando los resultados. Es importante resaltar que la singularidad de los cafés etíopes reside en la «no modificación genética» de las plantas de café. La variedad Heirloom significa «raíz antigua». Este nombre no define la variedad en sí, sino que es genérico. La variedad lleva el nombre de la zona en la que crece y donde lleva varios años creciendo, debe tener el sabor característico de la zona.